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Se acabó el romance: Canelo vs. Crawford, no irá por Televisa ni TV Azteca

  • Foto del escritor: redcomarcamx
    redcomarcamx
  • hace 6 días
  • 3 Min. de lectura

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Canelo Álvarez contra Terence Crawford será la pelea más grande del calendario boxístico en México este 2025, pero no tendrá transmisión por Televisa ni TV Azteca. El evento será exclusivo de Netflix en modalidad de pago por evento, rompiendo con la tradición de que las peleas del ídolo tapatío fueran un acontecimiento de rating en la televisión abierta.


Durante años, el boxeo de alto nivel en México se transmitió desde las dos grandes casas: Azteca 7 con “La Casa del Boxeo” y el ecosistema de Televisa/TUDN. Con Canelo al frente, estas transmisiones se convirtieron en parte de la vida familiar de millones de mexicanos. Ahora, la decisión de llevar el combate solo al streaming reconfigura el mapa: la conversación se trasladará a una plataforma cerrada, con un boleto digital como requisito. Es la culminación de una transición que se venía gestando: los grandes eventos deportivos migran a modelos directos al consumidor, con ventanas de distribución cada vez más exclusivas.


La razón principal es la exclusividad. La plataforma no quiso compartir la señal con televisoras mexicanas. Eso dejó fuera a las cadenas que históricamente disputaban las noches de boxeo. Incluso hubo gestiones para sublicenciar la señal, pero la postura fue mantener la transmisión cerrada para asegurar suscripciones y control total de la experiencia.


La decisión generó incomodidad. Se sabe que Álvarez habría buscado que el público mexicano tuviera al menos una opción en televisión abierta, pero se topó con la negativa. El presidente del CMB también criticó la situación, argumentando que la afición no debería depender de un servicio de streaming para ver en vivo a su máximo ídolo. Es una tensión evidente: lo que maximiza ingresos a corto plazo no siempre garantiza alcance cultural.

Para Televisa y TV Azteca, la ausencia implica perder mucho más que la audiencia de una sola noche. Pierden un ancla de programación que irradiaba a toda la parrilla: previos, magazines, pauta publicitaria, conversación en noticieros y hasta la narrativa editorial en torno a la pelea. Sin transmisión, tampoco podrán usar highlights, repeticiones ni construir historias propias alrededor del combate.


Del lado de la plataforma, la apuesta es clara: control absoluto, datos de audiencia de primera mano y flujo directo de ingresos. El riesgo está en la barrera de entrada: precio, métodos de pago, conectividad y fricción tecnológica para públicos menos digitalizados. En México, donde la televisión abierta sigue siendo el medio con mayor alcance, cerrar la ventana a Televisa y Azteca puede reducir el fenómeno cultural de masas. Una parte de la afición seguramente solo consumirá resúmenes en redes sociales al día siguiente.


Durante el verano se confirmó la sede en Las Vegas y desde entonces se reiteró que la transmisión internacional sería exclusiva del servicio de streaming. Conforme se acercaba la fecha, los medios deportivos mexicanos cerraron la pinza: ni Televisa ni TV Azteca tendrían los derechos. Incluso comentaristas y productores de ambas televisoras explicaron que, aunque hubo interés, no hubo forma de conseguir la señal.


Para el fanático hardcore, la ecuación es sencilla: pagar y ver la función con producción dedicada. Para el público masivo, en cambio, la experiencia cambia radicalmente: bares, restaurantes y plazas solían transmitir la señal abierta; ahora tendrán que contratar el PPV. En comunidades donde el boxeo es un ritual compartido, el evento corre el riesgo de fragmentar la experiencia: menos salas encendidas, menos viewing parties familiares, menos ruido en las calles.


Otra derivada importante está en las voces. Sin derechos de transmisión, los narradores que acompañaron al Canelo en sus noches de gloria no estarán presentes en vivo. El deporte también se vive a través de las frases y estilos de sus comentaristas, y esta vez el relato será distinto, monopolizado por una producción externa.


La cartelera está programada para el sábado 13 de septiembre en el Allegiant Stadium de Las Vegas. La función principal arrancará alrededor de las siete de la noche, tiempo del centro de México. Y esta vez, a diferencia de tantas otras noches, la pelea más esperada no estará disponible ni en Televisa ni en TV Azteca. Será un triunfo del streaming en términos de control y negocio, pero también una apuesta que pondrá a prueba hasta dónde llega el arrastre del Canelo en la era digital.

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