La Calaca en el TECZ

La Calaca visitó al Tribunal,

con su toga negra, paso firme y su código electoral.

Buscaba llevarse a las Magistradas,

pero las halló en sesión… ¡muy concentradas!

“¡Ay, caramba!”, dijo la huesuda,

Aquí no hay tregua ni distracción,

Todo es debate y fundamentación.

Sorprendida afirmó  “estas mujeres sí que son agudas”.

Debaten, argumentan, citan y razonan,

ni la muerte puede cuando ellas sesionan.”

Decidió entonces dar un paseo,

a ver si encontraba otro empleo.

Entró sin aviso a la Secretaría,

pensando hallar almas con alegría.

Mas vio al personal, muy concentrado,

con el libro de gobierno a su lado.

Firmar, foliar y rubricar sin cesar,

¡ni un minuto para descansar!

“¡Qué lío!”, gritó la flaca enojada,

“ni el inframundo tiene jornada tan cargada.

Entre acuerdos, turnos y expedientes,

¡mejor me voy antes que me cuenten!”

Pasó a Contraloría, toda curiosa,

con su libreta y actitud sigilosa.

Ahí le preguntaron si tenía su declaración patrimonial al día

¡Mejor me voy¡ …… no me vayan a hacer una auditoría.

Luego fue a Administración la huesuda,

con su mirada siempre traviesa y aguda.

Vio presupuestos, contabilidad y control,

¡todo con eficiencia y gran rigor!

Revisaban gastos, nóminas y pagos,

viáticos, contratos y presupuestos.

Convenios, licitaciones y comprobación,

todo en orden, sin distracción.

“¡Qué gente tan seria y tan aplicada!

¡Ni una calaca quiere ser contratada!

Aquí no hay descanso ni distracción,

prefiero volver al panteón.”

Víctor Galeana