AMLO OTRA VEZ LA REGASTE, NO DAS UNA ¡YA VETE! es este el comentario general que se escucha entre la población, especialmente en el circulo de especialistas de la docencia, los maestros comprometidos con la excelencia académica, los rectores de instituciones educativas, directores de escuelas publicas y particulares de nuestro país, así como los padres de familia de los escolares, todo ello debido a la intransigencia, violación a la ley de educación, falta de trasparencia, poca inteligencia, y sobre todo la incapacidad del gobierno federal de reconocer sus errores, en lo que fue la elaboración de los nuevos libros de texto gratuitos para el sistema educativo mexicano.
Cabe recordarle a López Obrador y a su Partido Morena, así como a sus funcionarios comunistas trasnochados, que nuestra ley fundamental expresamente establece que todo individuo tiene derecho a recibir educación de la Federación, del Estado y los Municipios, así como de los entes privados en los términos que se contempla en la ley.
Siendo así, que la educación que imparta el Estado, así como las instituciones de educación privada, tenderán a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano, y fomentaran en él, el amor a la patria, la conciencia de la solidaridad internacional, la independencia y la justicia, también garantizaran que dicha educación se mantenga ajena por completo a influencias dogmáticas o de alguna otra índole ideológica del partido en el poder, ya que la educación deberá orientarse y basarse en la ciencia, el progreso científico y en la razón, luchándose en contra los fanatismos y la ignorancia.
Además, la educación en nuestro País y por supuesto en el Estado, será democrática, sustentada en el mejoramiento económico, social y cultural de nuestro pueblo; será nacional, en cuanto deberá impartirse sin hostilidades ni exclusivismos, atenderá a la comprensión racional y científica de nuestros problemas, debiéndose aprovechar el sustento de nuestros valores e idiosincrasia que nos distinguen en el concierto de las naciones, asegurándose así nuestra independencia política, y económica, acrecentándose nuestra cultura de identidad nacional, misma que contribuirá a la mejor convivencia y comportamiento de los ciudadanos, alejándolos de los vicios, respetándose la alta dignidad del ser humano, su integridad, unión, respeto y la fortaleza de la familia mexicana.
Para el cumplimiento de tales principios de la educación en nuestro País, tanto el Poder Ejecutivo Federal, como los Gobiernos de los Estados y de otros entes involucrados, estos deberán de considerar las opiniones de los Padres de Familia, dado que la instrucción o educación de los hijos es un deber y un derecho primario de los Padres, o de quienes los representen, tal y como expresamente lo establece el artículo 116, de la Constitución Política del Estado de Coahuila de Zaragoza.
Conforme a lo anterior, cabe señalar que la mayoría de los mexicanos hemos construido la idea histórica de que el País requiere para su avance un mejoramiento de la educación, dado que tal servicio educativo tiene que ser una de las principales políticas a las que se encuentra obligado a cumplir cabalmente el poder público representado en el Estado, en atención a que tal compromiso viene a ser un rubro ineludible de cualquier plan de gobierno, plataforma o propuesta publica, pues resulta categórico que: “no hay mejor forma de hacer patria que educar a un pueblo”, educándolo firmemente sobre lo que aquí se propone, de fomentar no nada más el amor a la Patria, sino también la Unión de todos los Mexicanos, basada en los valores y la idiosincrasia nacional, misma que nos distingue de otras sociedades que componen otras entidades soberanas del concierto de las naciones, y alejada la educación mexicana de cualquier doctrina ideológica que divida y confronte a nuestros connacionales, en atención a que las ideas no sustentadas en la razón, la verdad científica, el progreso y la concordia nacional, vienen a ser el enemigo más cruel y peligroso que pone en un riesgo real la perdida de nuestras libertades.
Conforme a lo anterior, los programas educativos sesgados y cargados de una inviable y falsa aseveración ideológica comunista de opresión, lucha de clases, y aspectos ya superados por la propia historia respecto de los sistemas políticos marxistas, que solo lograron miseria, perdida de libertades y atraso de la población en todos los órdenes, ameriten que toda la sociedad pensante nos opongamos a esos perversos planes de idiotizar y masificar a nuestros niños, de ahí, que en las próximas elecciones federales, ningún voto le demos los ciudadanos a López Obrador y a su partido comunista de morena.