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  • Foto del escritorredcomarcamx

Los campeones de peso completo

La aparición de Ali en el boxeo rompió los esquemas tradicionales y cambió la forma de la mercadotecnia.

En la época moderna, la división de los pesos completos en el Consejo Mundial de Boxeo ha sido dominada por la raza negra; desde Sonny Liston hasta Deontay Wilder. Sólo dos hombres de piel blanca han tenido el privilegio de figurar en el listado de campeones: el ucraniano Vitali Klitschko y el ruso Oleg Maskaev.

Pero a finales de los 70 e inicios de los 80, del siglo pasado, apareció un hombre corpulento con una estatura de casi dos metros: Gerry Cooney, apodado como La Esperanza Blanca. Subió al cuadrilátero con un récord impecable de 25 peleas ganadas, con 19 nocauts, pero enfrente tenía al temible Larry Holmes.

Gerry había noqueado a Jimmy Young, que en esos momentos escalaba los primeros lugares de las clasificaciones mundiales. Luego, su calidad quedó demostrada, liquidando por la vía del nocaut a Ken Norton, el mismo que le fracturó la mandíbula al mítico Muhammad Ali.

Quizá pensaron que La Esperanza Blanca era una realidad en los pesos completos; los fanáticos del boxeo veían en Gerry un gran boxeador en esa división reina, pero Larry Holmes se encargó de volverlo a la realidad para reafirmar que esa categoría era sólo para los campeones de color. Un buen intento, pero se acabó la esperanza…

Vitali Klitschko apareció como campeón en 2004 y finalizó su carrera en 2012. De sus 45 peleas ganó 41 por nocaut. Después del boxeo es un exitoso político y es alcalde de Kiev, capital de Ucrania.

El otro campeón que tiene la fortuna de sumarse al ucraniano es Oleg Maskaev, quien se fue del pugilismo en 2013, con 39 peleas ganadas y 28 nocauts. Fue quien protagonizó la única pelea de peso completo que se ha efectuado en México. Se realizó en Cancún el 8 de marzo de 2008. Ahí perdió el título contra el nigeriano Samuel Peter.

Ésta ha sido una división de épicos hombres del cuadrilátero. Cómo olvidar, por ejemplo, esa fotografía donde Sonny Liston está a los pies de Muhammad Ali y éste, con un gesto de supremacía, lo ve en la lona, aquel 25 de mayo de 1965.

La aparición de Ali en el boxeo rompió los esquemas tradicionales y cambió la forma de la mercadotecnia. El peleador hablantín, de palabras amenazadoras y gritos ensordecedores, le dio un giro al espectáculo.

Así se pueden ir tocando pasajes de cada uno de los grandes, como Joe Frazier, George Foreman, Ken Norton, Larry Holmes y Mike Tyson, sin dejar fuera de este marco a James Douglas, quien inesperadamente venció al entonces invicto Tyson.

Grandes peleadores que escenificaron batallas memorables fuera de Estados Unidos, como la de Ali, quien noqueó en ocho rounds a Foreman, el 30 de octubre de 1974 en Zaire, en la llamada Rugido en la Selva. O esta otra: nuevamente con Ali como protagonista, que venció a Frazier en 14 asaltos por nocaut técnico, el 1 de octubre de 1975; esa función se títuló Suspenso en Manila.

También han dejado huella: Lennox Lewis, Evander Holyfield, Riddick Bowe, Leon Spinks, Tim Witherspoon, Pinklon Thomas, Trevor Berbick, Oliver McCall, Frank Bruno, Hasim Rahman y Bermane Stiverne, entre otros.

Hubo un tiempo que parecía que la división de los pesos completos estaba adormilada, pero las actuaciones del campeón del Consejo Mundial de Boxeo, el estadounidense Deontay Wilder, la sobresaltó y la despertó.

Con el nocaut que le propinó a su compatriota, el retador Dominique Breazeale, quedó de manifiesto que su poder de puños es brutal, y aunque en su combate anterior empató con Tyson Fury, en una gran pelea, su calidad quedó de manifiesto, y abrió la ventana para la ansiada revancha.

Una de las contiendas esperadas por el mundo del boxeo era la que iban a escenificar el propio Wilder contra el británico Anthony Joshua, pero a este último se le atravesó en su camino el ahora primer campeón mundial pesado mexicano Andy Ruiz, poniéndolo fuera de combate al arrebatarle los títulos que poseía.

Ojalá vibren los aficionados con una combinación de enfrentamientos, porque la baraja de los pesos completos está a la vista con el cubano Luis Ortiz, el inglés Dillian Whyte, y algunos otros jóvenes que están descollando en la máxima división.

Por cierto, anoche Dillian Whyte combatió por el título mundial interino del CMB contra el colombiano, radicado en Canadá, Óscar Rivas…

¿SABÍAS QUE…?

El primer mexicano que disputó un título mundial de peso completo fue Manuel Pulgarcito Ramos contra el estadounidense Joe Frazier, quien lo derrotó por nocaut técnico en dos rounds. Esta pelea se realizó en el Madison Square Garden de Nueva York, el 24 de junio de 1968.


ANÉCDOTA DE HOY

De esos días en los que mi papá convocaba a grandes grupos de la comunidad de boxeo para desayunar en casa y de ahí salir hacia algún evento, recuerdo uno en especial, pues se dieron cita al menos 20 de los grandes campeones de México. Mi mamá preparó un gran bufet con todo tipo de platillos deliciosos: chicharrón en salsa verde, lomo en adobo, memelas, chilaquiles, huevo a la mexicana, fruta, pan dulce y otras cosas más.

Mientras Chávez le entraba con ganas a todo, pues no tenía pelea programada, Ultiminio Ramos veía con ansiedad tanta comida y mi mamá le preguntó: “Campeón, ¿quiere que le sirva un plato surtido?”. Y con cara de tristeza le comentó: “Doña, fíjese que estoy a dieta estricta; ¿usted me podría preparar dos huevos fritos?”. “¡Claro! Con mucho gusto campeón, de inmediato”, respondió.

Pasaron como 15 minutos y nada; mi madre se ocupó en algo que le pidió mi papá, y cuando iba pasando por la mesa de Ultiminio, éste le dijo: “Doña, ¿ya habrá puesto la gallina los huevitos que me va a preparar?”. ¡Y la carcajada fue general!

De ahí en adelante, cada vez que vimos a nuestro querido Ultiminio, invariablemente salía esa anécdota.



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