Para muchas personas puede parecer una ridiculez escuchar que en mi casa todo es más triste desde que mi perrito murió. Trovi llegó a nosotros tres años antes de su último día y de verdad nos cambió la vida. Llegó en pareja junto con Bimba; tuvimos la suerte de que la familia que los tenía en ese entonces, decidió buscarles un nuevo hogar. Así llegaron dos perritos ya maduros a nuestra vida, Bimba con 9 años y Trovi con 10.
Nunca antes tuvimos dos mascotitas como ellos y muy pronto se convirtieron en miembros de la familia y en los dueños de nuestro corazón.
Los días se aderezaban con la presencia de Trovi. Despertaba muy temprano a comer y escucharlo ladrar tan temprano era el mejor sonido que uno podría escuchar por la mañana. Mi mal humor cambió desde que lo tuve, era mi compañero en todo.
Si me acostaba él quería subir a la cama, si trabajaba en el comedor o el patio, Trovi quería estar ahí; cuando salía de viaje de verdad lo extrañaba y ese perrito era una gran alegría al cruzar la puerta después de un fin de semana fuera de casa.
Tenemos tres semanas de luto, mi pequeño murió después de muchas complicaciones respiratorias; tenía un tumor en el pulmón y su corazón estaba muy crecido, Trovi murió de un infarto, hizo lo que pudo y después de hacernos felices, cumplió su misión y se apagó. Murió en las piernas de mi hijo, acompañado de su familia. Cuando me dieron la noticia yo apenas venía de regreso en un autobús, no paré de llorar durante todo el camino y al llegar a casa pude sentir la tristeza de mi esposa y de mis hijos por perder a un ser tan amado y que nos dio tanto amor.
Todavía lo recordamos a diario, la casa se siente vacía sin él, aunque nos queda Bimba y también nos llena de amor y alegría, ella, mi perrita, también se entristece por momentos; no encuentra a su compañero por ninguna parte en la casa, le cuesta entender que ya no está, que se apagó.
Quienes tenemos mascotas por las que sentimos un enorme cariño entendemos lo que representa este luto, esa sensación de perder a un ser querido. Un pequeñito sin malicia, inocente, alegre y con ganas de vivir y vernos felices. Se fue mi Trovi y nos hace mucha falta. Sabemos que está en un lugar mejor, sin dolor y feliz, lo amamos y lo amaremos por siempre. Gracias Trovi, te abrazamos hasta donde estés y te amamos mucho.