Gracias al Cristianismo y a los primeros cristianos se logró establecer para bien de la humanidad la distinción entre el Mundo de lo Sagrado y el mundo de lo profano, dejando claro y preciso que había cosas que no se podían vender y por lo tanto estaban fuera y excluidas del mercado. El mundo actual (postmoderno) se rechaza y sepulta esa distinción, ya que para los grandes especuladores y usureros de las finanzas mundiales, amos de los gobiernos populistas, es el "dios merc