Gloria Brito Nájera.
Ni en lo grande, ni en lo pequeño, ha demostrado la Jefa de Gobierno, solución a las
promesas de campaña que ofreció tanto a oponentes como a partidarios; promesas que
convencieron a quienes le dieron con sus votos el puesto que actualmente detenta. Ofertas
que para hacerlas realidad tenía por fuerza que gobernar con inteligencia, firmeza y
disposición, ante la peliaguda y cada vez más grave lista larguísima de problemas que
hacen sufrir a nuestra ciudad de ocho y medio millones de capitalinos. Ya apostada en el
puesto que ambicionó, todo se volvió humo. La falsedad en los hechos estriba en que los
rimbombantes títulos académicos de algunos de los funcionarios de su administración, y el
de ella misma, con los que impresionó a medio mundo, no fueron suficientes. Les falló una
absoluta ausencia de sensibilidad hacia los padecimientos de quienes verdaderamente
sostienen esta enorme ciudad, los ciudadanos de a pie, a los que les niega una y otra vez,
voz y soluciones efectivas.
La gota que derramó el vaso de la incapacidad y sonado fracaso de Claudia Sheinbaum
como gobernante fue, a todas luces, la falta de respuesta oportuna de ella y los distintos
niveles de su administración para salvar a la pequeña Fátima. Pudo haber sido salvada viva
si no hubieran dejado pasar días sin activar los medios de que como gobierno disponen en
esos casos. Fátima pudo haber sido salvada.
Un viejo dicho de los mexicanos dice que al tragón le se conoce desde como agarra el taco.
Un año más cuatro meses de gobierno de la actual administración morenista de Claudia
Sheinbaum ya dieron suficiente muestra de que no puede, que no sabe gobernar. La
percepción es que seis de cada diez capitalinos no aprueban su gestión, en una reciente
encuesta del diario nacional Reforma, señala que la violencia y la inseguridad fueron las
principales causas de la calificación reprobatoria de la Jefa de Gobierno; el 72% de los
encuestados manifiesta que la morenista Claudia Sheinbaum no ha hecho lo suficiente para
combatir este problema; por lo que sufrió una caída de 5 puntos en los últimos dos meses,
una caída precipitada. Cada día estamos peor, y si le agregamos los problemas que se
suman por las ocurrencias de López Obrador, estamos ante un arsenal de dificultades:
mujeres violentadas, enfermos que claman sin medicinas ni camas en los hospitales de
gobierno, médicos despedidos, madres sin guarderías, miles de empleados de gobierno
despedidos y otros tantos más, que todos los días protestan ante gobernantes de morena que ni ven, ni escuchan, y mucho menos resuelven; pese a que la encuesta referida señala que el 63% de los que respondieron la consideran una mala operadora porque no toma en cuenta alos diferentes sectores sociales que protestan.
Los Antorchistas que habitamos en diversas alcaldías de esta ciudad también somos
maltratados e ignorados por el gobierno de Claudia Sheinbaum desde el primer día de su
gobierno. A pesar de tener importantes avances en nuestras gestiones para resolver
problemas de obras y servicios en colonias de nuestros compañeros, avances logrados por
los mítines y marchas realizadas con el gobierno de Mancera, todos esos logros fueron
borrados de un plumazo al entrar Sheinbaum al gobierno. Entre los de mayor urgencia
siguen estando, por ejemplo, el compromiso de dotar de vivienda a por lo menos mil
familias que carecen de ella, compromiso no reconocido por el actual gobierno;
asignar de manera definitiva el terreno donde funciona desde hace cinco años la
escuela preparatoria Lázaro Cárdenas en el barrio de Cuautepec, alcaldía de Gustavo
A. Madero; otras demandas en la alcaldía de Tláhuac son asegurar el abasto de agua
potable, que no hay, en varias colonias como: Las Antenas, El Paraíso, Atotolco,
Tempiluli, y la electrificación para 600 familias de San Ignacio Loyola, en Mixquic y
varios etcéteras.
Las demandas anteriores son sólo algunas demandas desatendidas ante el desprecio del
Gobierno Central de la capital hacia las necesidades elementales a las que tenemos derecho, por eso las exigimos, porque contribuimos con impuestos a sostener a los que arrojan al bote de la basura nuestras solicitudes.
Los gobiernos morenistas de la CDMX y el de la República, con Claudia Sheinbaum y
López Obrador a la cabeza desde del inicio de su administración se han declarado enemigos de las organizaciones, es decir, no les conviene que el pueblo se organice porque quieren
tener el control total de nuestro país, y para eso necesitan que los mexicanos no nos
unamos, no nos organicemos, no luchemos y no protestemos, para que nadie les reclame
por este su mal gobierno. Por esas razones, los Antorchistas llamamos a todos los
habitantes de la Ciudad de México, a todos los que han sido atropellados y
maltratados por los gobiernos morenistas a organizarnos para formar un nuevo
partido político constituido por gente del pueblo, no por los arribistas y corruptos de
siempre. Y con ese nuevo partido tomar el poder político en toda la nación para
construir sel país que necesita nuestro país, México.