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A 20 días del cateo a la CATEM: silencio oficial, sospechas de impunidad y empresarios bajo extorsión

  • Foto del escritor: redcomarcamx
    redcomarcamx
  • 25 sept
  • 3 Min. de lectura

El cateo a la CATEM sin resultados casi tres semanas después
El cateo a la CATEM sin resultados casi tres semanas después

Han pasado veinte días desde el cateo realizado en las oficinas de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) en Gómez Palacio, Durango, y hasta ahora las autoridades no han ofrecido un solo resultado concreto. No hay detenidos, no se sabe qué documentos se incautaron ni qué investigaciones derivaron del operativo. Lo único que permanece es el silencio.

Mientras tanto, en La Laguna los empresarios aseguran que nada ha cambiado: las extorsiones continúan y las cuotas ilegales siguen cobrándose como si nada hubiera ocurrido.


Armando Cobián y Pedro Haces: sospecha de vínculos criminales y extorsión en La Laguna
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El operativo que quedó en la nada


El cateo a las oficinas de la CATEM fue presentado como una acción contundente contra prácticas sindicales irregulares que, desde hace meses, han sido denunciadas por organismos empresariales. El despliegue generó expectativa en la región: se pensó que, por fin, habría un alto a las presiones y cobros indebidos que se le atribuyen a la central sindical encabezada por el diputado morenista Pedro Haces Barba.

Pero esa expectativa se transformó en frustración. A casi tres semanas del operativo, no existe información oficial sobre qué se encontró ni cuáles son los siguientes pasos. El hermetismo alimenta la percepción de que el cateo fue más un acto de simulación política que una acción genuina de justicia.


Extorsiones que no se detienen


En la Comarca Lagunera, los empresarios continúan denunciando un mismo patrón:

  • Cobros a transportistas y comerciantes bajo el disfraz de “cuotas sindicales”.

  • Amenazas a productores agrícolas que se niegan a pagar por movilizar ganado o utilizar agua de riego.

  • Control de insumos clave, como la pollinaza, cuya venta se monopoliza mediante presión sindical.

  • Intervención en obras públicas y privadas, donde empresas son obligadas a “cooperar” para poder trabajar.

Los testimonios recabados coinciden en un punto: la CATEM opera como si fuera un cartel económico que controla territorios y recursos, utilizando la bandera sindical para justificar un esquema de extorsión sistemático.


Pedro Haces: un líder sindical bajo la lupa


El nombre de Pedro Haces Barba, dirigente nacional de la CATEM y diputado federal por Morena, aparece al centro de estas acusaciones. No es la primera vez que su figura se relaciona con escándalos de corrupción o enriquecimiento inexplicable.

En distintos estados del país, la CATEM ha sido señalada de reproducir el mismo modelo: cobros ilegales, agresiones, intimidación a empresarios y control territorial de sectores productivos. En Durango, las denuncias lo pintan como el principal beneficiario de una red que combina el poder sindical con la presión económica y política.

El estilo de vida de Haces, marcado por propiedades de lujo como un rancho en las faldas del Ajusco con caballerizas, viñedos, plaza de toros y capilla, ha sido utilizado como ejemplo de la incongruencia entre el discurso de austeridad de la 4T y la realidad patrimonial de algunos de sus dirigentes.


Aunque él mismo ha negado todas las acusaciones y asegura ser víctima de campañas políticas, el cúmulo de denuncias en su contra lo mantiene en el ojo público como un símbolo del poder sindical que opera sin freno.


El silencio como cómplice


Lo más preocupante es que, a veinte días del cateo, las autoridades federales y estatales no han informado absolutamente nada. No se sabe si los documentos incautados abrirán nuevas investigaciones, ni si existe alguna línea que comprometa a dirigentes sindicales.

El silencio, en este contexto, no es neutral: se interpreta como complicidad. Empresarios y ciudadanos perciben que la CATEM cuenta con un blindaje político que la vuelve intocable, aun cuando las denuncias son públicas y repetidas.


Lo que debería ocurrir


Para que este caso no quede en un simple episodio mediático, expertos y afectados coinciden en que es urgente:

  1. Transparentar el cateo: detallar qué se aseguró y cuáles son las investigaciones derivadas.

  2. Auditar finanzas y patrimonio: indagar el origen de los bienes y propiedades de los dirigentes sindicales.

  3. Proteger a los denunciantes: empresarios y productores que se atreven a hablar deben tener garantías de seguridad.

  4. Acción penal real: abrir carpetas de investigación y llevar a tribunales los casos de extorsión documentados.

Una herida abierta en La Laguna


Lo ocurrido con la CATEM en Durango refleja un fenómeno nacional: el uso del poder sindical como herramienta de control económico, disfrazado de derechos laborales pero en realidad operando como una red de extorsión.

Si el cateo del 5 de septiembre queda en el olvido, no solo se confirmará la impunidad de quienes encabezan estas estructuras, sino que se enviará un mensaje devastador: en México, denunciar no sirve de nada, y los poderosos siempre encontrarán la forma de protegerse.


A veinte días, la herida sigue abierta. Y lo único que permanece es la certeza de que las extorsiones continúan, mientras la justicia guarda silencio.



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