Desde sus inicios, David Faitelson se ha caracterizado por hablar de más, esperando generar atención y lo hace, a veces de forma burda; antes lo hacía en televisión y lo sigue haciendo, hoy también, a través de Twitter. Faitelson entiende para que sirven sus herramientas y las usa, es su estilo, generar una controversia a partir incluso de defender una posición radical, montado en un punto de vista en que puede no creer. Esa es la razón de su éxito, encontró una fórmula, es fiel a ella y es consistente por un tiempo limitado. Lo que sucedió también, a lo largo de más de treinta años de su trayectoria, es que en algunos momentos, las figuras del deporte que utiliza para mantener su popularidad en el periodismo deportivo, encuentran una forma de replicar, Cuauhtémoc Blanco lo hizo antes, como Dios le dio a entender. Hoy "Canelo" es la máxima figura en el boxeo, por eso es lógico que Faitelson hable constantemente de él, antes fue Chávez JR o cualquier boxeador del que "la mayoría" esté hablando; David Faitelson se suma a esa mayoría y desde ahí emite un comentario que enciende, después va diluyendo su mordacidad, en la medida en la que tiene más cercanía con la figura, a partir de la que generó un fugaz momento polémico. Las redes sociales, abrieron la posibilidad de réplica, David Faitelson casi siempre va a tomar el papel de "víctima", cuando la forma en la que se le responde, es, precisamente, la respuesta y el tono que él estaba buscando. Faitelson fue un buen periodista, en su momento tuvo algunos aciertos, pero hoy, en una sociedad y tiempo en el que el periodismo sobra, David Faitelson comprende las reglas del juego y las usa a su favor. Ya en corto y fuera de cámaras, en privado, le dirá a "Canelo" que todo se trata de un juego en el que ambos ganan.
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