"Bad Boys for Life" es el tipo de película que sospecho que veremos vez más: la secuela de una franquicia exitosa que data de décadas atrás y que ahora puede ser un buen negocio y un filme demasiado predecible.
La película de la pareja de amigos, tal como la conocemos, nació en 1969, cuando fue lanzada por "Butch Cassidy and the Sundance Kid". Durante la siguiente década, películas como "The Sting" y "Thunderbolt and Lightfoot" se convirtieron en un nuevo tipo de alcaparra bromántica, excitante e incluso dramática de una manera floja, brusca y ágil. En los años 80, la era de "48 HRS" y las películas de "Arma letal", el género evolucionó hasta convertirse en una raza crackerjack de comedia de acción racialmente hostil: una fórmula divertida que, a su manera, estaba empezando a pelearse por el mundo.
En el momento de "Bad Boys", en 1995, se había convertido en una forma de escapismo casi autorreferencial, una que ahora jugaba como una nostalgia carbonatada por los años 80.
Producida por Don Simpson y Jerry Bruckheimer, "Bad Boys" fue la primera película de Michael Bay como director, y escuchar eso puede hacerte sentir nostalgia por el Hollywood, que existía antes de Michael Bay. Ocho años después, la película generó una secuela, "Bad Boys II" (también dirigida por Bay), era más de lo mismo de una manera que parecía la quintaesencia de una película que nadie realmente necesitaba.
Entonces, ¿qué hace que la reunión de Smith y Lawrence como policías de mediana edad, con 25 años de rencores y amor duro entre ellos, en "Bad Boys for Life"? En su secuencia de apertura grabby, la película nos invita a experimentarlo como un retroceso a los años 90: el equivalente a la nostalgia de un pastel de helado relleno doble. Los detectives de narcóticos de Miami Mike Lowrey (Smith) y Marcus Burnett (Lawrence) están corriendo en el deslumbrante Porsche azul de Mike, haciendo curvas al sol (en realidad, Mike está corriendo, Marcus se está preparando para vomitar), con mucho espacio para bromas de chico malo tan cursi que es campamento. (Para una multitud de blancos en la playa: "¡No solo somos negros! ¡También somos policías!" "¡Nos detendremos más tarde!")
Si eso fue todo lo que la película fue, una copia de una copia, implantada con bromas sobre Viagra y el colorante Midnight Cocoa Bean para las cabras canosas (aunque puede estar seguro, tiene muchas de esas), entonces podría haber envejecido rápidamente. Pero "Bad Boys for Life", dirigida por Adil El Arbi y Bilall Fallah, el equipo de cine belga nacido en Marruecos que se autodenomina Adil y Bilall, es en muchos aspectos un paquete más astuto de lo que cabría esperar. Han pasado 17 años desde "Bad Boys II", y lo que sientes en los músculos de la nueva película no es solo las viejas y sabias rutinas de policía bueno / policía malo, sino la presencia en la sombra de una exitosa serie que era solo, en ese entonces, recién surgiendo: las películas "Fast and the Furious", con su enfoque de géneros en un Mixmaster en overdrive.
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