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  • Melodía Martínez

¿Qué le Espera a la Salud y a la Vida de los Mexicanos ante el Coronavirus?

Por: Gloria Brito Nájera

Mientras que la Organización Mundial de la Salud en Ginebra (OMS) declaraba a México en fase 2 por la pandemia del coronavirus, el subsecretario de Salud López-Gatell y el gobierno de la 4T, a quienes les costó trabajo admitirlo, preferían seguir hablando de “etapa de transición”.


Estamos ante una pandemia con características fatales para el ser humano al no existir cura o vacuna inmediata, se advirtió claramente por parte de la OMS que la enfermedad se extendería fatalmente a muchos países por las intensas relaciones económicas que obligadamente existen en el planeta, al compartir el mismo sistema de producción de bienes. El coronavirus hasta el día de hoy 31 de marzo se ha cobrado en México la vida de 28 personas e infectado a 1,094.


El gobierno de la 4T perseguido nuevamente por la insistencia de la OMS sobre la forma de atacar la pandemia, dejó más dudas que certidumbres. México no está siguiendo una planeación de prevención, de pruebas masivas como lo hizo China, como lo exige esta pandemia, las pruebas que se realizan en México se hacen como si se estuviera haciendo una encuesta, con una muestra mucho muy reducida, por cierto.


Los datos son por demás dudosos, pues como se explica entonces que, según cifras oficiales, en California halla 3,944 contagios y en Tijuana 10 y BC 20; que en Arizona 508 y en Sonora 7 casos. Pero esta respuesta ante la actual crisis sanitaria y económica no es casual, el secretario de salud es solo una pieza del rompecabezas de la 4T. el mismísimo presidente López Obrador no ha tomado este grave problema con seriedad.


La pandemia del coronavirus tan letal, nos encuentra en México con un sistema de salud deficiente y golpeado por los recortes al presupuesto al sector salud y la desaparición del seguro popular, con una escandalosa falta de medicamentos y personal médico. La pandemia ya avanzaba en nuestro país y AMLO recomendaba “besos y abrazos” y no suspendía sus giras.  Convirtiéndonos en la burla del mundo entero porque nuestro presidente pretendía detener el contagio mortal con “estampitas religiosas”, con “tréboles de seis hojas” y amuletos de la suerte.


Hasta ahora nuestras autoridades empiezan a mostrar cierta preocupación, pero hemos perdido un tiempo precioso, hasta ahora que estamos a punto de entrar a la fase 3, se da un giro en las recomendaciones, que la OMS viene haciendo desde hace tiempo.

Se nos dice que el país cuenta con 400 mil millones de pesos, para atender la emergencia ocasionada por el coronavirus, sin embargo, los enterados de la manera en que funcionan las finanzas del gobierno han puesto en duda que ese dinero exista; se piensa que son los 160 mil millones del Fondo de Contingencia del gobierno federal, porque el recurso destinado al financiamiento de sus proyectos del Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, no se tocaría según AMLO, y para aminorar los efectos de la caída del precio del petróleo, que al día de hoy se cotiza a 13 dólares el barril.


Y aunque se nos habla de los miles de millones que se destinarán para la contingencia del coronavirus, no cesan los llamados de doctores y enfermeras porque no cuentan con el equipo necesario para protegerse, pues serán ellos los soldados que se enfrentaron a campo abierto ante la pandemia, entonces, ¿en dónde está el recurso anunciado? ¿por qué no baja ese recurso? ¿porque no los vemos en campo, haciendo las pruebas que se requieren, protegiendo con equipo al personal médico? ¿habilitando hospitales?

El 25 de marzo el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró: dado que “se han perdido 16 mil vidas y se perderán más”, anunció el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Japón para proteger la salud de los atletas y público; reconoció el esfuerzo de muchos países al aplicar medidas costosas y sin precedente, cierre de escuelas y empresas, así como pedir que la población se quede en casa y tome medidas de protección, lo cual permite ganar tiempo y bajar la presión a los sistemas de salud.


Pero estas medidas no acabaran con la epidemia, se trata, dijo, de atacar al virus. Y llamó a todos los países a que se tomen las siguientes medidas: 1.-Ampliar y capacitar personal sanitario. 2.-Poner en marcha un sistema destinado a localizar cada caso sospechoso. 3.- Aumentar la capacidad y disponibilidad de pruebas de laboratorio. 4.-Equipar instalaciones para tratar y aislar a pacientes con coronavirus. 5.-Elaborar plan para poner en cuarentena los casos identificados. 6.-Revisar que todo el aparato de gobierno esté activo para contener y controlar el COVID-19.

En el caso de México, el presidente de la República, le puso el ataúd y remachó los clavos no sólo a la salud de la población, sino también a la economía. La fase tres en la que se encuentran Italia y España, a la que podemos llegar al paso que vamos, nos verá con un pie en el precipicio.


La solución ahora más que nunca se ve con claridad, no es la 4T, para los grandes retos que se nos presentan y los que se avecinan se necesitan hombres y mujeres que propongan soluciones basados en la ciencia y no es supersticiones y demagogias.



La historia ya está tocando la puerta, y la humanidad entera debe aprovechar la oportunidad, como recientemente lo manifestó nuestro secretario general en el Movimiento Antorchista, se requiere una sociedad en donde trabajemos todos para el bien de todos, incluidos la empresa y el capital privado, siempre y cuando estos se adapten y sirvan al interés común. Se requiere una sociedad que actúe con solidaridad y humanismo que hoy solo China, Rusia y Cuba despliegan.

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