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Boxeo, negocio en reconfiguración

Por: Aquiles Castañeda Bohmer


Televisa estaba fuera desde antes, cuando Grupo Modelo decidió sacar las manos del boxeo, esa unidad de negocio comenzó a tambalear, dejaron de transmitir eventos cada sábado y ya sin el patrocinio de la cervecera, cambiaron de “Sábados de Corona” a “Sábados de Boxeo”; con franqueza y dicho por ellos mismos, sus transmisiones tuvieron casi siempre menor audiencia que las de “Box Azteca”; en su momento la competencia por la audiencia era importante, a mí me tocó trabajar ahí desde que la marca comenzó en la pantalla de Azteca América y hasta 2019 que terminé mi ciclo. Hubo una época de gran bonanza para el boxeo, se convirtió en un fenómeno del que todas las televisoras querían una rebanada; hasta la televisión pública comenzó a transmitir documentales sobre este deporte, Cadena 3 (ahora Imagen TV) hizo el intento, cadenas menores fueron la pantalla para funciones de menos relevancia, pero no menos importantes que cualquiera en el sentido de la promoción que del deporte generan. El boxeo como fenómeno televisivo, se convirtió en un gran negocio en el que el pilar fueron las cervecerías, pero todo fue cambiando, casi tan pronto como ambas empresas tuvieron nuevos dueños, perdieron también su interés en el boxeo. Los contratos eran cada vez más complejos, dependientes de una cantidad mayor de condiciones y para finales de 2018, se veían casi insostenibles; aunque tambaleante, la relación comercial entre el boxeo y las cervecerías se mantuvo; Televisa perdió antes el patrocinio de Grupo Modelo y Cuauhtémoc Moctezuma permaneció por varios años casi como dueño de la marca Box Azteca, por lo menos fue así en la mente del consumidor, de la audiencia; fue una relación empresarial de la que ambos obtuvieron beneficios; las mejores campañas de Tecate de la última década, tuvieron que ver con el boxeo. La pandemia acabó por “reconfigurar” esa dinámica. Tan pronto regrese la calma al mundo, todos buscaremos recobrar la normalidad de las actividades que nos dan equilibrio financiero, el boxeo lo hará de igual forma, lo importante será ver bajo qué condiciones. Los patrocinadores son pilar indiscutible de cualquier deporte profesional, pues la promoción y producción de eventos no es precisamente barata, hay que pagar bolsas de peleadores, la operación de decenas de personas y una maquinaria que sobrevive gracias a la inversión (o gasto) que entidades privadas y públicas realizan para que el boxeo viva y crezca. Se ha dicho hasta el cansancio que mientras más dure nuestro encierro, la profundidad del bache económico será mayor y no es mentira, no hay empresa lo suficientemente rica como para mantenerse sin producir, y pagando gastos y salarios inherentes a su actividad preponderante; lamentablemente, la inversión de publicidad en el deporte, tal vez sea una de las últimas prioridades de las empresas nacionales y extranjeras ¿Por qué se reconfigurará el deporte profesional y también el boxeo? Porque los salarios de cualquier atleta, por lo menos de los atletas profesionales que habitualmente reciben pagos de millones o miles de dólares por su desempeño, serán evaluados; quienes ya tenían contratos firmados tal vez sean llamados a renegociar, quienes no tengan contratos firmados, seguramente no tendrán acceso a las mismas cifras que podían imaginar antes de la pandemia, por lo menos no en el corto plazo. A nadie le conviene tener una economía en detrimento, pero esta es nuestra nueva realidad, la realidad del mundo y habrá que adaptarse a ella para no morir. Lo dijo Charles Darwin: “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la más perceptiva al cambio”

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