Una gran producción de Salma Hayek para Netflix, visualmente imponente desde las primeras escenas. La grandiosidad de la producción de Monarca no sólo abarca las hermosas locaciones de Tequila, Jalisco, sino también una cámara de Chuy Chávez (Youth in Revolt) que sabe sacarles el máximo provecho a favor de la historia. Asimismo, el departamento de arte hizo un gran trabajo al construir el lujoso mundo de la familia Carranza, el cual en todo momento nos muestra la opulencia y los excesos en los que viven estos personajes.
La historia es relativamente básica. Ana María (una excelente Irene Azuela) es una periodista mexicana que ha construido su vida en Estados Unidos al lado de su esposo y su hija. Sin embargo, cuando ella recibe una inesperada llamada de su padre, Ana María regresa a Tequila, Jalisco para tener la oportunidad de convertirse en la presidenta de Grupo Monarca, la empresa de su familia que se está hundiendo gracias a los negocios turbios en los que se ha visto involucrada desde hace mucho tiempo.
Por supuesto, esta noticia es un gancho en el hígado para sus hermanos Andrés (Osvaldo Benavides) y Joaquín (Juan Manuel Bernal), quienes sienten que la decisión que ha tomado su padre es en detrimento de su futuro y de la empresa familiar.
Parece que Netflix quiere darle una nueva vida al melodrama, un género que en México (y en gran parte del mundo) tiene una connotación peyorativa por los proyectos televisivos de baja calidad que comúnmente se asocian con él.
Sin embargo, el melodrama es un género narrativo como cualquier otro y, por ende, capaz de situar una buena historia dentro de los parámetros que este exige.
Tan sólo en los últimos años, Netflix ha demostrado que es posible hacer melodrama de alta calidad con producciones como La casa de las flores, de Manolo Caro (de México) o Élite, de Darío Madrona y Carlos Montero (de España). Ahora, con Monarca, Netflix reafirma su intención de seguir explorando el melodrama y sus posibilidades narrativas a través de la historia de los hermanos Carranza, la cual, a juzgar por el piloto, nos mantendrá al borde de nuestro asiento todos los episodios.
¡No dejes de verla!