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  • Foto del escritorredcomarcamx

Fábula de la soledad: Hoy va a ser el día


No había quién le diera un abrazo. Vivía rodeado de adultos, estudiaba, pocas veces llegaba tarde, era un alumno de buenas notas, nunca peleó, era un niño educado, hablaba poco, era un chico normal, mas no había quien le diera un abrazo.

Llenaba su mente de lo mismo que todos los demás chicos de su edad; redes sociales, videojuegos, series y algo de televisión, de sus estudios y tareas, pero, sin una guía, los estímulos que recibía de todo lo que veía y escuchaba, tuvieron siempre una gran influencia en su manera de ser y de pensar.

"Hoy va a ser el día" pensó al despertar. Semanas, quizá meses atrás, el niño había visto videos o imágenes de actos violentos; como una olla de presión a punto de explotar y sin la posibilidad de canalizar esa energía de otra forma, le encontró el peor de los causes.

"Hoy va a ser el día", pensó mientras se vestía, ese pensamiento lo abrumó durante la siguiente hora, las imágenes invadían su cabeza; pensaba en las veces que alguien llegó a mofarse de la forma en la que hablaba, de algo que dijo, de su aspecto físico o de su vestimenta. En su mochila tenía dos armas de fuego que consiguió de alguna forma, nadie vio que las puso ahí, nadie, porque nadie lo veía jamás.

"Hoy va a ser el día", pensaba oculto en el baño, mientras imaginaba cómo sería ese momento en el que sería respetado, en el que lo notarían, en el que sería protagonista de su propia película.

Supo muy poco de lo que sucedió después, apenas alcanzó a percibir un destello,como un chispazo de luz después de un momento de enorme confusión. Terminó su ansiedad, de pronto sintió una enorme paz que no experimentaba desde el día en que estuvo dentro del vientre de su madre, como por arte de magia, sintió nuevamente esa sensación de calma.

Se llamaba José Ángel, cubrieron su rostro con una tela azul, siempre fue anónimo, o eso sentía. No hubo quien le diera un abrazo.


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