Por: Gloria Brito Nájera
Muchos mexicanos hemos llegado al punto cero de no creer lo que dicen y declaran los funcionarios que hoy mandan y gobiernan en la nación. En la crisis sanitaria en que nos encontramos, el descontrol del gobierno, las constantes denuncias que se siguen dando, como la protesta en el hospital “La Raza”, por las carencias indignantes en equipo médico de atención y protección en los hospitales, son el pan nuestro de cada día. Datos falsos o incompletos difundidos todos los días por este mismo gobierno sobre el número de infectados y fallecidos por esta pandemia. Se engaña descaradamente a la población. Distintos medios internacionales reconocidos como “El País”, “BBC Mundo”, “The New York Times” “Al Jazeera”, entre otros, han criticado a López Obrador por minimizar los efectos de la pandemia y no hablar con la verdad sobre el aumento de las infecciones. El Dr. José Narro, ex-Secretario de Salud, quien criticó la forma tan amañada en que se nos está informando sobre el covid-19 declaró: “Para saber a dónde vamos necesitamos primero saber en dónde estamos”. Y de esto, el gobierno no sabe nada, caminamos por este abismo al que nos ha llevado el coronavirus con los ojos cerrados. Hasta hoy no sabemos en cual etapa de la pandemia nos hallamos. Así está el riesgo.
Junto con ello el riesgo de la caída de nuestra economía, pues las leyes económicas no perdonan los errores o descuidos, ni las ocurrencias; ya suena el toque de tambores anunciando la catástrofe que nos aguarda. No podía ser de otra manera, al cierre de empresas y al “Quédate en casa”, no se ideó ni se preparó por el presidente de esta nación y su gobierno, la 4T, un plan siquiera medianamente aceptable de recuperación de la economía, y aquí estamos, ahora, las mayores consecuencias que las carguen sobre sus hombros los de siempre, los pobres. Son 700 mil los empleos formales perdidos (los que cuentan con salario fijo, seguridad social y prestaciones) dice el Banco de México, pero esto no es todo, no se informa nada acerca de los millones de trabajadores en toda la república que se desempeñan en los trabajos informales, los que viven al día, que salen a la calle sin siquiera saber si podrán ganar “algo” para sostener a la familia, y estos representan más del 60%.
Los resultados que arroja la “Encuesta de seguimiento de los efectos de covid-19 en el bienestar de los hogares mexicanos” (Encovid-19), presentados por Graciela Teruel, del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide) en el diario Milenio (07 de mayo de 20), son ilustradores:
Primero. - Coronavirus podría dejar más de 8 millones de mexicanos sin empleo.
Segundo. - Uno de cada tres hogares mexicanos reportó pérdida de al menos 50% del ingreso en todos los estratos económicos
Tercero. - En la primera quincena de abril entre 5.2 y 8.1 millones de personas reportaron haber perdido su empleo, ser descansadas, o no poder salir a buscar trabajo, debido a la emergencia sanitaria por coronavirus. En diciembre de 2019 solo 1.9 millones de la población estaba desempleada.
Cuarto. - El 37.7 % de hogares mexicanos reportó que uno o más miembros integrantes perdió su empleo o alguna otra fuente de ingresos y fue la población de menor nivel socio-económico; la tasa más alta de desempleo es en los jóvenes, son los grandes perdedores en empleo.
Quinto. - La sana distancia perjudica principalmente a trabajadores de sectores de servicios con altos niveles de informalidad, ante la ausencia de un sistema de protección social y de un seguro de desempleo.
Sexto. - Solo 45% de los hogares dijo tener los recursos necesarios para cumplir la jornada de sana distancia.
Séptimo. - El jefe de familia desempleado requiere en su hogar 6,558 pesos para mantenerse confinado.
Octavo. - El 27.9 % de la población tiene por la situación presente inseguridad alimentaria moderada. Dicho de otra manera, hambre a secas.
Una institución oficial, el Coneval contribuye (periódico Excelsior 12-may-20) con sus últimos datos: “Más de 10 millones de mexicanos se sumarán a la pobreza extrema este año debido a la afectación económica derivada de la pandemia de Covid-19, por lo que no podrán adquirir la canasta básica alimentaria”. Agrega que la población en pobreza extrema por ingresos en el país pasaría de 21 a 31.7 millones de personas entre 2018 y 2020; los hogares en condición de pobreza en zonas urbanas serían de los más afectados. La realidad de los pobres es cruel y el futuro peor.
La necedad del gobierno de la 4T a seguir el camino de reorientarse hacia la recuperación económica del país no va a cambiar, porque eso sería, según el juicio erróneo del presidente, hipotecar al pueblo. Así que, por ese camino, nos vamos a seguir hundiendo. Pero, el pueblo debe despertar, no aceptar, ni tomar como verdaderas las mentiras gubernamentales. No podemos seguir confiando en frases como: “vamos muy bien”, “ya se ve la luz al final del túnel” “nos cayó como anillo al dedo”, en fin, mientras que las medidas que se están tomando por la 4T van en sentido contrario, nos recomiendan “protegernos con estampitas milagrosas” cuando a nuestro alrededor estamos viendo cómo están muriendo vecinos, conocidos y amigos, a nuestro alrededor estamos viendo cómo la gente ya no aguanta más la escasez de alimentos. Todos los que han sido atropellados, calumniados, amenazados, desatendidos, los que han quedado desamparados, por la 4T, todas las fuerzas y grupos, los intelectuales, profesionistas, estudiantes, amas de casas, obreros, campesinos deben de formar una sola fuerza y actuar como un solo hombre en las próximas elecciones, para decidir y elegir un gobierno que verdaderamente vele por los intereses de todos los mexicanos, sobre todo por los que más lo necesitan y reorientar el rumbo de nuestra patria.